A pesar de los esfuerzos por impulsar la movilidad eléctrica, el alto costo de estos autos ha frenado su avance; sin embargo esto podría cambiar en los próximos años.
El paso hacia la movilidad eléctrica parece inminente, aunque el alto costo que representa la producción de estos autos se ha convertido en un obstáculo para agilizar la transformación. Sin embargo, esto podría podría cambiar en los próximos años según un estudio realizado por el banco UBS.
Luego de analizar los precios de las baterías producidas por los siete fabricantes más grandes del mundo, las estimaciones sugieren que el costo de producción de los autos eléctricos será el mismo que los autos de combustión para 2024.
De acuerdo con UBS, tan solo el costo de la batería representa entre ¼ y ⅖ partes del costo total del auto pero las proyecciones apuntan a que el precio caiga cerca de 1,900 dólares por auto para 2022 y dos años después la diferencia de precios desaparezca, llegando a una paridad con los autos de combustión que sin duda ayudarán en la transición hacia una movilidad libre de emisiones contaminantes.
Aunque se trata de incentivar el uso de la movilidad eléctrica, los altos costos de producción de estos autos son un obstáculo para su crecimiento
Diferencia de precios abismal
El alto costo también se ha convertido en una razón por la que los fabricantes no dan paso a la producción de autos eléctricos aunque esto los deje rezagados respecto a marcas como Tesla o Volkswagen que han apostado por una fuerte inversión en este campo.
Estos costos se ven reflejados en el precio a los consumidores y aunque en muchos países se ofrecen incentivos gubernamentales para autos ‘verdes’, no son suficientes considerando que el precio de lista entre un auto eléctrico y uno de combustión es tan diferente que lo hace inaccesible para la mayoría de conductores.
Por ejemplo, en el caso de México, uno de los fabricantes que ofrece un vehículo eléctrico es Nissan. Actualmente, el Leaf se vende en $705,900 mientras que el auto más económico de su catálogo, el March, arranca en $165,000 y aún el Maxima, que es su buque insignia, es más económico al cotizarse en $636,400.
Es por esto que la reducción de los costos de las baterías sería un gran aliciente y no sólo beneficiaría a los autos eléctricos, también a los híbridos, ofreciendo más opciones para los consumidores y así acelerar el cambio a la movilidad sustentable.
Este crecimiento ya se ha empezado a registrar en mercados como Estados Unidos y China que han visto cómo suben las ventas de eléctricos e híbridos a pesar de los golpes que recibió la industria por la pandemia de coronavirus.
De mantenerse esta tendencia, UBS estima que para finales de año se habrá vendido un millón de autos ‘eco-friendly’ en la Unión Americana. A nivel global, se espera que este segmento represente 17% del total de autos vendidos para 2025 y llegue a 40% para 2030.
Al bajar los costos de las baterías y por ende, de los autos, se espera que para 2030 los eléctricos representan 40% de las ventas
Se acaban las opciones para los autos de combustión
De hecho, analistas de UBS señalan que no quedan muchas razones para comprar un auto de combustión después de 2025.
Esto se debe en parte al endurecimiento de medidas en algunos países respecto a los autos de combustión que van desde más incentivos a funcionamientos alternativos hasta la prohibición de la venta de autos de gasolina y diésel en los próximos años, lo que sin duda ayudará a acelerar el cambio en la movilidad.
Aunado a esto está el hecho de que algunos gobiernos han presentado planes para incentivar también la construcción de fábricas de baterías y dejar la dependencia de compañías asiáticas como LG, Panasonic o CAL lo que ayudaría a bajar los costos de las baterías, pondría más ofertas para los fabricantes y de paso, mantendría los empleos que hasta ahora ofrece la industria de autos de combustión.
Fuente: automexico.com
